Bill Starkey, natural de Terre Haute, Indiana se hizo fan de KISS a principios de 1974 cuando los vio por primera vez en el programa de televisión In Concert. En diciembre de ese mismo año su padre le llevó a ver su primer concierto de la banda en Evansville, Indiana, y a principios de 1975 fundó la ahora ya famosa y mítica KISS Army cuando él y su amigo Jay Evans boicotearon la emisora de radio local WVTS porque se negaba a poner canciones de KISS. La KISS Army, término que Bill inventó, nació «oficialmente» cuando KISS tocó un show con todo vendido en Terre Haute en noviembre de 1975. La banda y su management, rápida y astutamente, se percataron del potencial que tenía el recién acuñado término «KISS Army» y comenzó a utilizarlo para referirse a su club de fans, un término hoy en día mundialmente reconocido por todos los fans de KISS.
KISS llegó hasta nosotros desde las calles de la ciudad de Nueva York. Era inevitable para ellos que abandonaran su hogar en busca de cosas mejores y más grandes que con el tiempo los situarían en la cima del mundo. Un mundo en donde actuarían para millones de personas.
Fue pura casualidad la noche que tuve la suerte de ver a KISS en televisión lo cual me llevó a perseguir su primer disco. ¡La curiosidad estaba ahí pero nada podía prepararme para la experiencia de verlos en directo! No iba a dejar que el hecho de que ellos fueran uno de los dos teloneros de esa noche arruinase mi entusiasmo. Salieron a escena como súper héroes exuberantes maquillados. Fue un ataque a los sentidos con el hielo seco, la pirotecnia y las sirenas, todo sonando a unos 110 decibelios. Se adueñaron por completo de ese pequeño escenario y tuvieron una compenetración con los fans que las otras bandas no tuvieron en esta fría noche de domingo de diciembre. Lo que me enganchó fue lo diferentes que sonaban en directo las canciones de los primeros dos discos. Estos serían los comienzos de lo que después se convertiría en KISS Alive! Esto no era ningún grupo telonero en apuros. Estos eran cuatro jóvenes arrogantes, seguros de sí mismos que tenían la convicción de lo que estaban haciendo y de que nadie se interpondría en su camino. Por lo que a ellos les concernía, todo el mundo estaba allí para verlos a ELLOS. Yo no podía esperar a volver a Terre Haute para contarles a los otros lo que había visto.
Su base de fans de todas partes se uniría y se llamarían así mismos la KISS Army. Esta unión de la banda y la KISS Army se convertiría en una historia de amor que otras bandas desearían haber tenido. Décadas después, sin más ciudades que conquistar o montañas que escalar, lo apropiado era simplemente que «el final» tuviera lugar donde todo comenzó. Disfrutad de este homenaje a los últimos conciertos de KISS en el Madison Square Garden.
BILL STARKEY
Comandante en jefe de la KISS Army.
