Por fin llegó el día que teníamos marcado en el calendario desde hacía meses. 14 de agosto de 2024: Gene Simmons y su banda actuarían en La Riviera, Madrid. Y para celebrarlo por todo lo alto en KISS ARMY SPAIN organizamos una comida del club en un restaurante a escasos metros de la sala a la que asistimos cerca de 60 fans lo que fue, sin duda, un preámbulo perfecto para hacer tiempo hasta la hora del concierto. En la comida lo pasamos en grande. Nos juntamos viejos y nuevos amigos, muchas risas, muchos abrazos, muy buen rollo.
Pero vamos con la crónica. EL RECINTO: Bueno, lo primero decir que todo en lo que se refiere a organización salió perfecto. El acceso al recinto, la iluminación, el sonido, todo perfecto. Y el aire acondicionado funcionando también perfectamente, cosa que no ocurrió en otros shows de la gira europea. Un 10 para la organización lo cuál ayuda mucho a que la experiencia sea total. www.getrocklive.es
GENE SIMMONS BAND – La Riviera – Madrid – 14/08/24. LA CRÓNICA.
¿Existe la vida después de KISS? Después de los conciertos ofrecidos en el Madison Square Garden en diciembre del año pasado, que marcaron el adiós definitivo de los escenarios del archiconocido cuarteto y, si nos remitimos únicamente a los miembros originales del grupo, las respuestas al interrogante son dispares. Por un lado y desde hace mucho tiempo, el batería Peter Criss decidió tirar la toalla y apartarse casi por completo del ambiente musical, salvo por alguna que otra esporádica aparición. El carismático frontman, Paul Stanley, tampoco ha dado señales de recuperar o poner en movimiento un proyecto que tenga alguna vinculación con la música. Ace Frehley por su parte, ha sabido un poco a trompicones, mantener activa su carrera en solitario, tanto en directo como con la edición de trabajos discográficos de estudio. Y finalmente llegamos a Gene Simmons, quien de forma muy rápida, sin pérdidas de tiempo y sin demasiados problemas, rápidamente ensambló una banda y comenzó a recorrer el mundo haciendo lo que seguramente mejor sabe hacer que es tocar en vivo delante de un público que lo idolatra. De esta manera, ha conseguido dos objetivos muy claros: el primero, seguir alimentado su voluntariamente reconocido gigantesco ego y segundo, ofrecer a los siempre enfervorizados seguidores de KISS ese potencial último paladeo de la música de KISS desplegada por uno de sus míticos integrantes fundadores. Con una gira que lo ha llevado a presentarse en diferentes festivales (Wacken incluido) y en recintos de diferentes capacidades tanto en América como en Europa, Simmons y su gente han logrado acaparar la atención de no pocos fanáticos que apoyan al músico de manera incondicional. Ahora bien, ¿Cuáles son los resultados de esta nueva experiencia en solitario del célebre bajista? De acuerdo a lo demostrado en Madrid, trataremos de resumirlos a continuación.
GENE SIMMONS BAND
Cuando Gene Simmons y grupo tomaron el escenario, los primeros acordes de «Deuce» auguraban una velada inolvidable que luego, casi de repente, comenzó a desvirtuarse de a poco. Ante una audiencia entregada, con una sobria iluminación más un sonido formidable, potente y muy ajustado, los guitarristas Brent Woods y Jason Walker cumplían con sus funciones ajustadamente, sin sorpresas, sin virtuosismos ni sobresaltos. El inmenso Brian Tichy tras la batería era el sustento rítmico necesario y apropiado sobre el que Gene Simmons, cantando decididamente bien y ejecutando su bajo de manera precisa, consiguiera sacudir a todos los presentes con una versión aplastante de «War Machine». Muy suelto, sin presión, sin complejos, pareciendo casi liberado y notoriamente divirtiéndose en escena, el otrora demonio más famoso del rock demostraba la validez de su actual propuesta.
Y ahora un pequeño inciso para entender cabalmente los cambios producidos durante el transcurso del show. Si hay algo que la tecnología actual nos proporciona es la inmediatez audiovisual de los eventos que ocurren alrededor del planeta. Quizás por ello y habiendo observado conciertos previos ofrecidos por la GSB, muchos padres observaron que el bueno de Gene hacía subir al escenario a niños para que lo acompañaran en alguna que otra canción. De esta manera, desde muy temprano, familias al completo estaban en la fila para entrar al recinto y así conseguir las ubicaciones más próximas al escenario. Muchos niños y niñas, con y sin sus rostros decorados con el famoso maquillaje de Simmons, eran los justos poseedores de las posiciones más cercanas al músico. Y fue justamente en el tercer tema cuando la continuidad musical y hasta conceptual del show comenzaron a resquebrajarse. Simmons inició la selección de algunos chiquillos/as y alguna que otra señorita para acompañarlo en escena. Ello provocó que el tiempo de elección, la incorporación de los niños y chicas sobre el escenario, las charlas previas, las consabidas bromas, acomodar los micrófonos, etc. se hiciera un periodo eterno. Pero bueno… el detalle pareció ameno y hasta simpático.
«Are You Ready» sonó demoledor, pero luego y para interpretar «I Love It Loud», la ceremonia de selección de nuevos «afortunados/as» se repitió por segunda vez, pareciendo esto algo innecesario. Las acciones de los padres gesticulando y gritando desesperadamente para que sus pequeños fueran los elegidos eran considerables. Una potentísima versión del imperecedero clásico de Motorhead, «Ace of Spades» fue magistralmente interpretado con Tichy haciéndose cargo de las voces, y esto pareció encarrilar las cosas, pero no… para «Shout It Out Loud» el ritual de «los elegidos» volvió a repetirse y para este punto, muchos pensamos que el concierto, lamentablemente, había perdido su verdadera esencia. Las explosivas versiones de «Charisma» (solicitada por muchos de los presentes), «Cold Gin», «Parasite», «Calling Dr. Love» y una improvisada «Shock Me» (también con Tichy en la voz principal) fueron solo un mágico intervalo de lo que pudo ser y no fue.
Para el cierre, estaba claro que «Rock and Roll All Nite» sería la composición seleccionada pero, aunque parezca mentira, Gene nuevamente decidió optar por tres nuevas «coristas» que poco tenían de niñas y así deslucir en parte un digno epílogo que hubiera coronado una actuación más que aceptable del cuarteto. Instrumental e interpretativamente, la Gene Simmons Band es una verdadera apisonadora consiguiendo rescatar con creces el valioso aporte musical que cualquier fanático de KISS espera escuchar si alguno de los componentes originales del grupo lo está interpretando. Ahora bien, esa dualidad en la percepción del show en sí que navega entre la propuesta casi familiar y las bromas sexistas, la banal grosería y un obligado respeto, simulada rebeldía y una forzada contención, esa extraña conjugación entre «The Demon» y el «Amigo de los Niños», no parecen enlazarse de manera adecuada en un mismo escenario y menos en un concierto de rock.
Está más que claro que Gene Simmons ya no tiene nada que demostrar y poco tiene que explicar ya que aún cuenta con el sustento absoluto de una verdadera legión de seguidores a nivel mundial y una trayectoria profesional envidiable, y si nos quedamos únicamente con su desempeño musical en solitario, Simmons puede estar muy tranquilo ya que dejó claro que no necesita maquillaje, no necesita pesados trajes, ni pirotecnia, ni botas con plataformas, ni sangre artificial, tampoco volar, simplemente su presencia, su voz y su bajo, más un conjunto de memorables composiciones, logran que la magia fluya nuevamente, de manera un poco diferente, pero sigue siendo tan fascinante, atrayente y efectiva como en los mejores momentos de su dilatada carrera junto a KISS. Y estos son calificativos que ningún futuro y posible «avatar» podrá siquiera equiparar.
Crónica: Javier Izurieta. Gentileza Force Magazine – Spain – https://forcemagazine.es/
Vídeos: Pablo Guiroy y Esteban López.
Fotos: Mauricio Vázquez (KISS ARMY SPAIN).
Una vez finalizado el show, Gene Simmons atendió a KISS ARMY SPAIN en su camerino. Fue un colofón perfecto y muy emotivo. The Demon nos pidió que nos sentásemos en unos sillones junto a él y nos dedicó 15 minutos de charla tranquila, amena, llena de bromas pero también de detalles muy jugosos. Y finalmente nos hicimos unas fotos con él. Fue increíble el trato que nos dio. Un recuerdo inolvidable.
También estuvimos charlando mucho tiempo con Brian Tichy. Un tipo encantador que nos contó un montón de anécdotas durante por lo menos media hora.
MUCHAS GRACIAS GENE SIMMONS, MUCHAS GRACIAS GETROCK. MUCHAS GRACIAS POR UN DÍA PARA RECORDAR TODA NUESTRA VIDA.