El sábado 17 de junio por la mañana recogí a mi amigo, el legendario Kisspep, en Elche para posteriormente coger un avión que nos llevaría a la capital bávara, en lo que sería mi segundo concierto de la actual gira europea. Después del lógico e inevitable traslado del aeropuerto a la ciudad, llegamos a las inmediaciones de la Königsplatz sobre las 13:30 h. El tiempo justo para comer rápido en un bonito restaurante cercano y a prepararnos para el soundcheck para el que, curiosamente, esta vez habían citado a todo el mundo de 14:30 h. a 15:15 h. Mucho más temprano de lo habitual. Al llegar a la cola de la puerta para el acceso VIP ya saludamos a muchos amigos, caras conocidas y por supuesto me reuní con mis grandes amigos Javier Rueda y Alex Barreiro, compañeros de fatigas y hermanos de sangre KISStérica en estos menesteres. En total fueron más de una veintena los fans llegados desde España para asistir a este concierto en la capital de la cerveza.
Una vez dentro del recinto, pudimos ver que todavía estaban terminando de colocar las vallas de seguridad que separaban la zona golden del resto, entre otras cosas.
Justo al entrar nos encontramos con Keith Leroux (webmaster de KISSonline.com y coordinador de las experiencias VIP, además de fotógrafo y hombre para todo). Charlamos un rato con él y nos hicimos la foto de rigor.
Caía un sol de justicia sobre la Plaza del Rey, una enorme explanada cuadrada y flanqueada por enormes y preciosos monumentos en tres de sus cuatro laterales. El lugar es exactamente el mismo donde KISS ya tocó en 2019 en la primera parte de su gira END OF THE ROAD, y el escenario estaba ubicado exactamente en la misma zona.
Pasadas las 15:30 apareció la banda sobre el escenario. Primero Gene Simmons, que hizo una entrada impactante a la vez que cómica, subido sobre un chimpín, dando varias vueltas por el escenario y haciendo un intento de atropellar a un técnico del personal de gira. Después, Tommy Thayer, Eric Singer hicieron acto de presencia y por último, como siempre, Paul Stanley, la estrella, el líder.
Sorprendió que Paul saliese con las botas de su traje escénico, aunque solo la parte inferior, sin la caña. Tras unos minutos entendimos por qué: iba a probar la tirolina que habitualmente le lleva a un mini escenario situado junto a la mesa de sonido, a unos 30 metros de distancia, y desde allí interpretó BLACK DIAMOND, para deleite de todos los que estábamos allí.
CHRISTINE SIXTEEN, GOT TO CHOOSE, HOTTER THAN HELL y para sorpresa de todos nuevamente, SHOCK ME, fueron las canciones que interpretaron, con un breve lapso de tiempo entre ellas para dar lugar a una sesión de preguntas por parte de los asistentes, preguntas, todo sea dicho de paso, bastante absurdas: “¿Cuándo empezaste a tocar la guitarra, Paul?”, “Hace media hora”, respondió el Starchild cómicamente. “¿Cuál es tu guitarra más valiosa?” y de nuevo Paul contestó con un chascarrillo, para a continuación decir que, “No lo sé… tendría que venderlas para saber lo que valen, no lo sé”. ¡Qué manera más absurda de desperdiciar una oportunidad así!
De nuevo el ambiente en el escenario en este tipo de actuaciones es distendido e imperan las bromas y comentarios jocosos entre los miembros del grupo. Hacía el final de la sesión, Gene hizo subir al escenario a una chica que iba maquillada como él y llevaba un tatuaje espectacular con su cara en la espalda de gran tamaño, y la grabó en vídeo con su teléfono móvil. Lanzamiento masivo de púas, como suele ser habitual, y tras una media hora aproximadamente se despidieron de los más de 200 asistentes que allí había.
De allí pasamos al hospitality de KISS, donde había otras caras conocidas del mundo KISS. Saludamos a Doc McGhee, charlamos unos minutos con Steev A Toth, tour manager del grupo, para concretar detalles concernientes a la fiesta post concierto que teníamos organizada en el Hard Rock Cafe, e incluso tuvimos la oportunidad de probar los nuevos sabores de la Gene Simmons Soda que estaba disponible allí.
También pasó por allí Michael Berger, técnico de bajo de Gene, que nos regaló algunas púas. Poco a poco se iba acercando la hora de hacerse la foto con KISS. El momento más esperado y anhelado por todo fan. La cola era bastante larga, entre fans de pago, invitados VIP, compromisos del promotor, autoridades, etc…
Después de la foto con nuestros héroes, salimos afuera, a la zona golden y desde allí a esperar paciente pero nerviosamente a que cayese el telón y se desatase el infierno en Múnich por última vez…
El repertorio fue básicamente el mismo que en los primeros conciertos de la gira, con la única variación de la eliminación de DO YOU LOVE ME (¿). El escenario era muy grande, con las 4 estatuas en los laterales, flanqueando grandes pantallas de vídeo.
Como es habitual en los concierto de KISS, mucha pirotecnia, fuego, explosiones, humo, y todos los efectos que ya conocemos: Tommy disparando cohetes a las plataformas octogonales del techo durante su solo de guitarra, la batería de Eric levitando en el aire durante su solo y también al final de BLACK DIAMOND, Paul volando colgado de un cable hasta el mini escenario en mitad de la multitud y Gene escupiendo fuego y posteriormente vomitando sangre (para mí el favorito) y posteriormente ser elevado hasta el techo para cantar GOD OF THUNDER, en uno de los momentos con más carga teatral del show.
Todo está perfectamente calculado al milímetro y al segundo, los juegos de luces, las explosiones, las imágenes en las pantallas de vídeo, etc… Se nota que es un show muy pulido y estudiado. Nada queda a la improvisación. Ni tan siquiera el duelo de guitarras que Paul y Tommy se marcaron al final de CALLING DR. LOVE. Y de nuevo Gene sigue siendo un acorazado rompehielos indestructible, tanto por su voz como por su potente bajo. El solo de guitarra y el de batería tienen, en mi opinión, la duración perfecta para no hacerse demasiado largos o pesados para el público menos devoto.
Sonido muy potente y nítido, y una asombrosa calidad y definición en las pantallas gigantes de vídeo. En definitiva, un excelente show de casi 2 horas de duración que a buen seguro se quedó marcado en las retinas de todos los asistentes. El último concierto de KISS en Munich, en la Plaza del Rey, donde los reyes volvieron a reclamar su trono en el olimpo del rock.
Nada más terminar ROCK AND ROLL ALL NITE, que cubrió con espeso confeti y largas serpentinas a los 20.000 asistentes, nos dirigimos a toda prisa al Hard Rock Cafe donde nos esperaba una magnífica fiesta privada con Tommy Thayer y Eric Singer como estrellas invitadas, para 100 personas. Una fiesta que, llevaba agotada desde hacía 4 meses, y en donde se vendieron todas las entradas en tan solo una semana. El ambiente era fabuloso. En las pantallas del Hard Rock Cafe se visualizaban vídeos de KISS continuamente, mientras los fans charlaban unos con otros, bebían y se iban haciendo sus fotos con Tommy y Eric además de conseguir sus autógrafos.
Varios fans llevaron sus guitarras, otro una caja y otro un gran cuadro para que se lo firmaran. Tommy y Eric estuvieron impecables, como siempre, firmando absolutamente todo a todo el mundo y posando para varias fotos con cada persona, como los auténticos profesionales que son. Todo el mundo nos felicitaba por la fiesta y nos daban las gracias por organizar algo así. Un fan incluso me dijo que “ojalá el club de fans aquí en Alemania organizara eventos como este”. Otro fan nos felicitaba una y otra vez por ofrecerle la posibilidad de conocer a sus “héroes de infancia”. Pasadas las 3 de la madrugada el evento llegó a su fin, Tommy y Eric se fueron de vuelta a su hotel junto con Steev, el tour manager y nosotros aun teníamos que volver a España para la gran despedida de KISS en el festival Rock Imperium de Cartagena justo una semana después. Pero eso, queridos amigos, es otra historia…
Crónica y fotos: Mauricio Vázquez (KISS ARMY SPAIN)
